El tiempo no corre,
vuela.
Las palabras fluyen.
Las conversaciones
se encadenan.
Las miradas se cruzan.
Los sentimientos vuelan.
Coincidencias que se esparcen por el viento.
En un momento,
consigo dejar de ser yo
y tu dejas de ser tu.
Y entonces, pasa.
Dejo de pensar racionalmente
y me dejo llevar
y por fin las flores me envuelven
y me veo en un anuncio de compresas
y las nubes se pueden tocar.
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