Gekko surgió de un juego de palabras, de la voluntad de ponerle nombre a todo, de las ganas de crear, de los recuerdos de un tiempo pasado en el que jugábamos a disfrazarnos, del afán por coleccionar y guardar por si hace falta... y ahora Gekko pasea, da vueltas de un lado a otro, descansa y corre, sube por las paredes y se esconde en rincones recónditos. Gekko llegó al mundo, pero ahora tiene que encontrar su lugar en el mundo.









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